Tenemos tanto para quejarnos
Creo que no hay día en que no encuentre un post de Facebook en el que alguien este alegando por algo. Y tengo que decir que la gente es muy creativa con respecto a este tema. Tienen la capacidad de hacer un gran drama y problema de todo lo que les pasa e incluso lo que no les pasa. Pareciera que están tan aburridos con la vida que tienen que encuentran ese tipo de “dramas” para darle un poco de sabor a su día.
Ellos tienen una gran ventaja, SIEMPRE encuentran a alguien que les secunde su idea y de repente son varias personas que hacen de esto un drama más grande. #boring… El problema no es que expresen su molestia, es que pareciera que les molesta todo. Hasta parecería que buscan atentamente algo de que alegar.
Aquí hay dos caminos: somos del grupo de los alegadores compulsivos o de los que, a pesar de que no todo es perfecto en nuestro mundo, preferimos enfocarnos en las cosas que nos agregan valor. Otra vez con mis utopías, pero creo que si nos esforzamos un poco podemos lograr ver el mundo de una forma diferente.
Hace poco leí un ejercicio que es algo así: por 24 horas tenés que hacer un esfuerzo por no quejarte. La idea es empezar en el momento en el que estás leyendo esto y durante 24 horas evitar quejarte y, en lugar de eso, agradecer. Parece más fácil de lo que se lee pero creo que cuando nos hacemos conscientes de lo que pensamos nos vamos a dar cuenta de toda la energía que perdemos por estar alegando todo el tiempo.
Parece un método interesante que nos puede ayudar a cambiar la perspectiva de las cosas y a darle a todo su justo valor.
Sí, el tráfico desesperante va a seguir. El clima loco de las próximas semanas, va a seguir. Las actitudes absurdas de algunas personas que nos rodean, van a continuar. Muchas cosas van a permanecer igual. El reto está en que seamos capaces de disfrutar la vida y no dejar que pequeñeces arruinen nuestro día. Y así nos daremos cuenta que no tenemos tanto por qué quejarnos.
Un abrazo en la distancia,
La Joze
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